La urgencia y la cautela son elementos difíciles de equilibrar en la balanza de la diplomacia. A ese reto se enfrenta la ONU para formar una fuerza de paz de 15.000 hombres para el sur del Líbano, empresa que debería haber avanzado el jueves en Nueva York, pero no fue así. Por eso, ayer, el secretario general adjunto de la organización, Mark Malloch Brown, hizo un llamamiento urgente a los países europeos para que proporcionen tropas con rapidez.

"Los próximos días serán muy delicados si queremos hacer honor a nuestra promesa de tener 3.500 hombres en el Líbano en 10 días. Por eso pido a Europa que proporcione tropas para esta primera oleada", afirmó Malloch Brown.

La reunión de Nueva York congregó a 49 países dispuestos a aportar efectivos. Pero, a la espera de las consultas que llevarán a cabo los gobiernos sobre las "reglas de enfrentamiento", final-mente nadie se comprometió a nada en firme.

Fue una reunión frustrante marcada por dos factores. El primero fue el anuncio de Francia de que solo sumará por ahora 200 soldados a los otros 200 desplegados en el Líbano. Pero el elemento fundamental que impidió cualquier avance en Nueva York fue la indefinición sobre el mandato y las "reglas de enfrentamiento" por las que se regirá la misión.