Roma fue escenario ayer del primer acto público de una parte de la oposición contra el Gobierno de Silvio Berlusconi y las leyes que ha empezado a aprobar, que los progresistas juzgan más a favor de su persona que del bien del país. Unas 15.000 personas fueron a un acto simbólico, que debía ser el equivalente a un girotondo (corro), la fórmula inventada en el anterior Ejecutivo de Berlusconi (2001-2006) en el que los manifestantes rodearan los palacios del poder.

Sin embargo, la principal fuerza de la oposición progresista, el Partido Democrático (PD) de Walter Veltroni, no participó en el corro y ha citado a sus seguidores para el mes de octubre "después de haber recogido cinco millones de firmas de protesta", como ha anunciado en estos días. Esta toma de distancia ha sido interpretada como un deseo de no mezclarse con "una oposición que, cuando grita, hace un favor a Berlusconi".

El acto consistió en una serie de discursos en la céntrica Piazza Navona. Hablaron Antonio Di Pietro, líder del partido Italia de los Valores, en la oposición; el filósofo y escritor Paolo Flores d´Arcais, director de la revista Micromega , y Pancho Pardi, animador del nacimiento del PD. A través de un vídeo tomó la palabra el escritor Umberto Eco.

IMPUNIDAD "El Gobierno quiere la impunidad total para los crímenes de cualquier tipo, para salvar a los criminales y a sus amigos", dijo D´Arcais, en referencia a una de las leyes del Gobierno, que pretende suspender por un año unos 100.000 procesos en curso, entre los que se encuentra uno contra Berlusconi.

Presidió el encuentro un cartel con el artículo 3 de la Constitución, que dice que "todos los ciudadanos tienen igual dignidad y son iguales ante la ley".