Por segundo día consecutivo, tropas de la Sfor (la fuerza multinacional bajo mando de la OTAN desplegada en Bosnia) efectuaron ayer una infructuosa operación para intentar detener al exlíder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, el inculpado por genocidio y crímenes de guerra más buscado por el Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia (TPIY).

La operación, que comenzó el sábado, se desarrolló en Pale, cerca de Sarajevo, bastión de los radicales serbios.