El nuevo comandante en jefe de las tropas de EEUU y la OTAN en Afganistán, el general estadounidense David Petraeus, ha llegado hoy a Kabul para ponerse al mando de la guerra contra los talibanes. Petraeus ha aterrizado en la ciudad afgana procedente de Bruselas, donde ayer, en una comparecencia ante la prensa, subrayó como una de sus prioridades la necesidad de la "proteger a la población y reducir la pérdida de vidas civiles".

Petraeus reemplaza en el cargo al general Stanley McChrystal, destituido el día 23 de junio a raíz de sus críticas al presidente Barack Obama y al aparato civil de EEUU en la revista Rolling Stone. Obama escogió de inmediato a Petraeus --que se ha labrado un gran prestigio por su estrategia contra la insurgencia en Irak-- para sustituirle, una decisión que el Senado estadounidense aprobó por unanimidad.

Cuando lleguen los últimos refuerzos militares, se espera que el contingente aliado en Afganistán llegue a los 150.000 efectivos. La guerra se aproxima ya a su noveno año y ya supera en duración al conflicto de Vietnam.

ATENTADO TALIBÁN EN KUNDUZ

La influencia de los talibanes se hace sentir en todo el país. Hoy mismo tres extranjeros, dos afganos y seis insurgentes han perdido la vida durante el asalto de un comando talibán a las oficinas de una agencia de desarrollo estadounidense en la ciudad norteña de Kunduz, según han confirmado fuentes oficiales. La misión de la OTAN en Afganistán (ISFA) ttambién ha informado de un ataque de insurgentes contra un puesto de control de las tropas internacionales en la ciudad sureña de Kandahar, bastión espiritual de los integristas. En el ataque, un civil ha muerto y varios más han resultado heridos.