La actitud ultranacionalista del Gobierno polaco bajo la égida de los gemelos Lech y Jaroslaw Kaczynski y sus sucesivos planteamientos controvertidos están comprometiendo la cohesión de la Unión Europea (UE) y apurando la paciencia de los socios comunitarios más antiguos. La actual polémica por el proyecto de legislación para censurar que se mencione la homosexualidad en los centros de enseñanza es solo el último episodio de las conflictivas relaciones de Polonia con la UE desde su adhesión.

Polonia mantiene desde hace meses a la UE como rehén de sus problemas comerciales con Rusia, al impedir el inicio de la negociación del nuevo acuerdo de asociación y cooperación, que requiere la unanimidad de los Veintisiete. El acuerdo con Moscú es un objetivo de primer orden para la UE para reforzar su seguridad energética, pero Varsovia antepone la protección de sus dudosas prácticas comerciales de reexportar a Rusia como carne polaca carne importada de Asia, según quejas de fuentes diplomáticas comunitarias.

La actitud de permanente exigencia y los reiterados boicots polacos en el Consejo de Ministros de la UE exasperan a los miembros más antiguos y son un pésimo ejemplo para el resto de los nuevos, admiten fuentes diplomáticas. La búsqueda polaca de la confrontación para resaltar su independencia contrasta con la actitud cooperativa mostrada en el pasado por otros estados tras su adhesión, como España, Portugal, Finlandia y Suecia. "Polonia acabará aislada y sin capacidad de influencia en la Unión", vaticinaron fuentes de alto nivel del Consejo de la Unión Europea.

En el Parlamento Europeo, la situación no es mucho mejor. El presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Pöttering, tuvo que amonestar la pasada semana al eurodiputado polaco Maciej Giertych por publicar con el logo de la institución un panfleto titulado Civilizaciones en guerra en Europa , con planteamientos racistas. Giertych pertenece a la Liga de Familias Católicas, uno de los partidos de la mayoría gubernamental polaca. El anterior presidente de la Eurocámara, Josep Borrell, también tuvo problemas con los aforados polacos.

OBSERVACION DE LA CAMARA La comisión de libertades públicas de la Cámara ya ha dicho que analizará el proyecto de ley polaco para censurar la homosexualidad en las escuelas y despedir a los profesores que la "promuevan", ya que cree que será contrario a la legislación europea contra la discriminación. El Tribunal de Derechos Humanos del Consejo de Europa, asimismo, condenó el martes a Polonia por impedir a Alicja Tysiac que abortara pese a la advertencia médica de que perdería la vista si seguía con el embarazo.

El polaco a que EEUU instale en su territorio parte del escudo antimisiles que proyecta ha abierto otro contencioso tanto en la UE como en la OTAN. Muchos países europeos cuestionan que exista una amenaza que justifique el proyecto, que ha irritado profundamente a Rusia.