El aún presidente semestral de la Unión Europea (UE), el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker, dejó ayer en evidencia al primer ministro británico y próximo presidente de la UE, Tony Blair, ante el pleno del Parlamento Europeo. Juncker rebatió los argumentos utilizados por Blair para justificar su rechazo del acuerdo sobre el marco presupuestario de la UE del 2007 al 2013.

Juncker reprochó a Blair que dice cosas que "no se corresponden con la realidad". "¡Que no nos cuente tonterías!", exclamó el líder de la UE, tras indicar a los diputados que había querido explicarles lo que ocurrió en realidad en la fracasada cumbre, porque hoy "recibirán otra versión" de Blair.

El primer ministro luxemburgués, cuya intervención fue recibida y despedida con aplausos, afirmó que no hubo acuerdo porque "Gran Bretaña no quiso aceptar el ajuste de su cheque " (devolución del 66% de las contribuciones netas británicas a la UE) para asumir su parte del coste de la integración del Este.

Juncker precisó que ofreció a Blair un cheque anual de 5.500 millones de euros para el periodo 2007-2013, más elevado que el actual, con lo que Gran Bretaña ni siquiera hubiera costeado las ayudas agrarias a los países del Este. La propuesta inicial, recordó Juncker, era recortar el cheque a 4.600 millones anuales. La oferta incluía el compromiso de revisar las partidas del presupuesto comunitario.

Juncker desbarató también los argumentos de Blair sobre la falta de recorte de la política agraria. Explicó que su propuesta implicaba una reducción del 17% de la partida agraria para los antiguos 15 miembros de la UE del 2006 al 2013 y que la partida agraria para la futura UE de los 27 se habría reducido más del 5%. También el presidente francés, Jacques Chirac, culpó a Blair del fracaso de la cumbre: "La intransigencia británica no permitió" el acuerdo presupuestario "que Europa necesita".