El Partido Socialista (PS) francés boicoteó ayer la ronda de consultas del primer ministro, Dominique de Villepin, con los partidos políticos sobre el futuro de Europa, en protesta por la participación en las mismas del ultraderechista Frente Nacional (FN). El primer secretario del PS, Fran§ois Hollande, acusó a Villepin de "cortejar al populismo" y de "hacer zalamerías" al partido de Jean-Marie Le Pen.

El líder del partido del Gobierno y ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, aprobó la decisión de Villepin de invitar al FN e insistió en la necesidad de "suspender la ampliación" de la Unión Europea hasta que sus instituciones no sean renovadas.

DOS EURODIPUTADOS La invitación formulada al partido del ultra Le Pen a participar en la ronda de consultas fue acogida por la dirección socialista como "una ruptura de las reglas del juego en vigor desde hace 10 años", por las que el primer ministro sólo abre consultas con los líderes de los partidos con representación en la Asamblea francesa. Hollande consideró además que el gesto de Villepin es "una banalización de la extrema derecha, de sus dirigentes y, por tanto, de sus tesis".

Le Pen está de vacaciones en Rusia, por lo que fueron los eurodiputados del FN Carl Lang y Jean-Claude Martinez los que se reunieron ayer con Villepin. Fue la primera vez que representantes del FN acudieron a Matignon, sede del Gobierno francés, desde los tiempos del conservador Edouard Balladur, en 1993.

Villepin decidió abrir su ronda de consultas a los ocho partidos que recibieron financiación estatal para la campaña del referendo sobre la Constitución Europea del 29 de mayo, que se saldó con una victoria del no y desencadenó una crisis política en la Unión Europea (UE).

MAS RECHAZOS Además de los socialistas, también rechazó la invitación de acudir a Matignon la Liga Comunista Revolucionaria (LCR). En nombre del "debate democrático", Villepin lamentó la decisión de Hollande de no acudir a la cita. Sarkozy, líder del partido gobernante Unión para un Movimiento Popular (UMP), número dos del Gobierno y ministro de Interior, fue el primero en ser recibido.

Al término de la reunión, Sarkozy defendió la decisión de Villepin de incluir al FN en la ronda de consultas. A Sarkozy le pareció normal que el jefe del Gobierno "invite a las fuerzas políticas representadas en la Asamblea Nacional, el Senado y el Parlamento Europeo".

Sarkozy insistió en la necesidad de "suspender la ampliación" de la UE. El ministro de Interior precisó que no se refería a Bulgaria y Rumanía, cuyos procesos de adhesión están "avanzados", sino a "todos los demás", en una velada alusión a Turquía y a los balcánicos.

El dirigente de la UMP abogó por que "los seis grandes países de Europa" -- en alusión a Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, España y Polonia --se concierten para ser "un potente motor de la nueva Europa".