En un momento en que se debate abiertamente sobre la presencia militar de EEUU en Irak, Al Qaeda ofreció ayer al Gobierno de Washington una salida pacífica. "Os ofrecemos retirar a vuestras tropas con total seguridad en un periodo de un mes; esperamos vuestra respuesta en dos semanas", proclamó el emir del autoproclamado Estado Islámico de Irak, Abú Omar al Bagdadi.

"Llamamos al presidente Bush para que no desperdicie esta oportunidad histórica", dijo el portavoz en una grabación de audio difundida por internet. El plazo de dos semanas dado por Bagdadi comenzó ayer, fecha en que fue realizada la grabación.

El anuncio de la organización islamista se produce en un momento en que Bush deshoja la margarita acerca de la estrategia a seguir en la lucha contra el terrorismo internacional, tras la renuncia del secretario de Defensa Donald Rumsfeld.

SALIDA INMEDIATA El presidente Bush se opone a una salida inminente de las tropas, pese a reconocer que "no está ganando" la guerra, como dijo esta semana. El Grupo de Estudios sobre Irak que preside el exsecretario de Estado James Baker defiende un cambio radical de estrategia y propone la retirada de todas las unidades de combate desde ahora hasta principios del 2008.

Precisamente, el flamante secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, acaba de realizar una visita al país árabe para examinar la situación. Gates debe verse hoy con Bush, para hablar de la estrategia a seguir, aunque ya se sabe que el presidente estadounidense no hará públicos sus planes hasta pasadas las fiestas navideñas.

Entretanto, la violencia continúa sacudiendo Irak y causando bajas entre las tropas estadounidenses desplegadas en el país árabe. Otros cinco soldados norteamericanos perdieron la vida durante la jornada de ayer, lo que eleva la cifra total de muertos a 2.960, cerca ya de la barrera de los 3.000 fallecidos.