El nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy, prometió anoche que contribuirá a sacar a la Unión Europea de su parálisis política mediante una "tratado simplificado" ambicioso, que incluya la reforma institucional prevista en el proyecto de Constitución, rechazado por los referendos de Francia y Holanda.

"El tratado simplificado es la única solución posible. Es evidente que este tratado simplificado no puede ser una nueva Constitución, a la que los franceses dijeron no", explicó Sarkozy tras reunirse con la Comisión Europea en Bruselas. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, expresó públicamente su entusiasta respaldo a Sarkozy y a su proyecto de tratado simplificado.