Lo dijo ayer, en su tono más solemne, el primer ministro israelí, Ariel Sharon: "En toda mi vida como luchador, comandante, político, diputado, ministro y primer ministro, ésta es la decisión más difícil que he tomado". En el discurso inaugural de la histórica sesión de la Knesset (Parlamento israelí) en la que se debate la evacuación de las colonias judías de la franja de Gaza y de cuatro asentamientos de Cisjordania, Sharon defendió su plan para "fortalecer Israel". Cara a la crucial votación de hoy, Sharon tendrá al menos 65 votos de los 120 diputados.

MEDIDAS DE SEGURIDAD La Knesset y sus alrededores fueron el epicentro de lo que Sharon calificó como "el momento de la verdad" de Israel. Dentro del edificio, los diputados empezaron una maratoniana sesión de dos días que esta noche debe culminar con la votación. Fuera, miles de personas se manifestaron a favor y en contra de la salida de la franja de Gaza. La policía incluso preparó varios helicópteros para que los legisladores pudieran llegar y salir de la Knesset.

El ambiente crispado se hizo evidente dentro del Parlamento, donde dos diputados de extrema derecha fueron expulsados por interrumpir a Sharon. En su intervención, el primer ministro dijo entender perfectamente lo que supone la evacuación de Gaza para los colonos, "que han sido enviados en nombre del Gobierno para construir casas allí".

Sin embargo, defendió que la retirada de Gaza es la única solución para que Israel no se vea obligado a regresar a las fronteras anteriores a la guerra de los seis días y para defender su carácter de Estado judío. "No queremos gobernar a millones de palestinos cuya población se dobla cada generación. Israel quiere ser una democracia, y no puede hacer eso", dijo. "Siempre he dicho que estaba dispuesto a tomar medidas dolorosas", dijo.

SALIDA DE LA MUKATA Por otro lado, el Gobierno israelí anunció ayer que ha autorizado al presidente palestino, Yasir Arafat, a salir de su residencia de la Mukata en Ramala para recibir tratamiento médico en un hospital de la misma ciudad cisjordana. "Tiene dolores y ha sido autorizado a moverse en Ramala. Cuando finalice su visita, podrá regresar a la Mukata", declaró a la agencia Reuters una fuente de la seguridad israelí. Pero fuentes palestinas dijeron que el rais está en buen estado de salud y que no acudirá a un hospital.

Según el Gobierno de Ariel Sharon, un asistente de Arafat efectuó la petición y las autoridades israelís se limitaron a aceptarla. El pasado domingo, un equipo de médicos tunecinos visitó a Arafat en la Mukata --de donde no ha salido desde mayo del 2002-- después de que el líder palestino llevara 15 días con náuseas, fiebre y fatiga.

Según el diputado árabe-israelí Ahmed Tibi, los doctores tunecinos emitieron el mismo diagnóstico que un colega egipcio: una fuerte gripe.