Por primera vez desde que comenzó la cruenta batalla entre los terroristas de Al Fatá al Islam (AFAI) y el Ejército libanés, el máximo dirigente del país, el primer ministro, Fuad Siniora, se atrevió ayer a constatar una evidencia compartida por todos en el Líbano pero silenciada por sus repercusiones políticas. "La entrada de AFAI en el campo de Nahr al Bared --dijo el primer ministro-- marca el fracaso del sistema autónomo de seguridad de los palestinos".

Desde 1969, ni el Ejército ni la policía libanesa pueden entrar en los guetos de refugiados, a los que se niegan los derechos más básicos.

Mientras, el Ejército libanés ha recrudecido su asalto sobre la trinchera urbana de la milicia AFAI --cercana a Al Qaeda-- en Nahr al Bared, donde hay al menos 4.000 civiles. Ayer los militares perdieron a tres soldados y al menos 23 resultaron heridos.