Cuando la atención de las últimas semanas en Oriente Próximo estaba centrada en los procesos electorales en que Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) están inmersos, la Yihad Islámica devolvió ayer de golpe la violencia al primer plano. Seis personas --cinco israelís y el suicida-- murieron y unas 50 resultaron heridas en un atentado en el centro comercial Hasharon de Netania, una ciudad costera cercana a Tel-Aviv y separada de Cisjordania sólo por 15 kilómetros. El palestino de 21 años Lutfi Amín Abú Salem hizo estallar una bolsa de explosivos a la entrada del centro comercial, al ser interceptado por un guardia de seguridad y dos policías antes de que entrara en el edificio, lo que evitó una tragedia mayor. La Yihad dijo que el ataque responde a las operaciones militares contra el grupo en Cisjordania.