"El torneo no se ha suspendido; viendo que no podíamos salir, las dos jugadoras que no habían sido eliminadas han decidido seguir, aunque eso sí, con el móvil encendido por si nos llama la Embajada de España para evacuarnos". Resignado e intentando inyectar calma, Karim Perona, entrenador de las jugadoras españolas que habían acudido al Líbano a un torneo de tenis, relató a este diario la experiencia de verse atrapado por el amago de guerra civil libanesa. "Algunas jugadoras han roto a llorar al no poder salir del país esta mañana por ayer", dijo. El torneo se juega en Junieh, al norte de Beirut. "Oímos a veces sirenas, y hay muy poco movimiento en la calle".