Si hay vacíos, aprovecharlos. Es la política que siguen gobiernos y empresas de armamento de la Unión Europea (UE), EEUU y Canadá, que esquivan las prohibiciones sobre venta de armas a países responsables de violar los derechos humanos leyendo la letra pequeña de las normas vigentes. El negocio es el negocio. "Europa y Norteamérica se están convirtiendo rápidamente en el Ikea del sector del armamento", denunció en Madrid Ariane Arpa, directora de Intermón Oxfam (IO), en la presentación de un informe que pone de manifiesto las "lagunas legales" en el comercio mundial de armas.

Oxfam Internacional, Amnistía Internacional (AI) y la Red Internacional de Acción contra las Armas Ligeras (IANSA) intentan que el informe repercuta en las sesiones de la ONU sobre control de armas, en cuya agenda aparece la creación de un comité que delimite el campo de acción de un tratado internacional destinado a regular su comercialización. Las tres oenegés, unidas en la campaña Armas Bajo Control, denuncian que "las empresas de armamento son globales, pero las normas sobre armas, no".

CHINA SALE BENEFICIADA El informe acusa a EEUU, la UE y Canadá de prácticas que no por legales son menos criticables. Las empresas de armamento se las arreglan, por ejemplo, para saltarse el embargo sobre la venta de armas a China aferrándose a la norma que dice que no se pueden vender armas enteras, pero sí por piezas. Sucede otro tanto con la subcontratación. El Código de Conducta de la Unión Europea sobre Exportación de Armas impide la venta desde los países de origen, pero no desde terceros.