El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, denunció ayer las "atrocidades" en la región china de Xinjiang y aseguró que solicitará al Consejo de Seguridad de la ONU que se pronuncie. "Pondremos esta cuestión en la agenda de la ONU", aseguró Erdogan. Exiliados e inmigrantes uigures en Turquía habían exigido al Gobierno de Ankara que condenara la actuación del régimen chino.