"La Unión Europea (UE) es donante del 65% de toda la ayuda al desarrollo y humanitaria del mundo, pero en cambio la gente ve hospitales de campaña estadounidenses", se lamentaba el lunes en el Parlamento Europeo el conservador irlandés Gay Mitchell. El terremoto de Haití ha provocado las primeras críticas a la nueva jefa de la política exterior europea, Catherine Ashton: por la escasa visibilidad de los Veintisiete en la operación solidaria en el país caribeño y por la ausencia de una sola voz europea, la misión encargada a la dirigente británica y que, en esta primera crisis, no se ha oído.

"No soy doctora ni bombera", se defendió Ashton, a quien se le achaca que no haya viajado a Haití en los primeros días después del seísmo y haya dejado en manos de Hillary Clinton, la secretaria de Estado de EEUU, el protagonismo internacional en la isla. Ashton reconoció que ha "tomado nota" para mejorar la capacidad de reacción de la UE, una cuestión que ayer se abordó en el Parlamento Europeo en la sesión en la que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dio cuenta de su programa para el semestre.

El jefe del Ejecutivo reclamó a los Veintisiete que estén "a la altura de las circunstancias" y dejen de pensar en quién protagoniza la ayuda. Zapatero añadió que ver marines de Estados Unidos en la isla "llevando alimentos, poniendo orden y salvando vidas" le da razones para aplaudir. "La capacidad logística de Washington y la proximidad son dos aspectos a tener en cuenta y que pueden disculpar la supuesta lentitud europea", explicaron fuentes de la Moncloa.

Los dirigentes europeos intentan evitar el debate bipolar entre UE y EEUU, tras el conato desatado en Francia y atajado por su presidente, Nicolas Sarkozy. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, afirmó que "no es tan importante saber quién va ni cuándo va a Haití", y recordó que el comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Karel De Gucht, tiene previsto llegar esta mañana a Haití.