Nueve primeros premios, ocho segundos y nueve terceros. Ahí es nada. La trayectoria carnavalera de Miguel Ángel de Navas Cerrato va unida a la de La Marara, al haber participado ininterrumpidamente 37 de los 38 años que lleva esta agrupación haciendo grande al Carnaval Romano, lo que le ha llevado a ser una de las más queridas por los emeritenses. Ahora, y en reconocimiento a su extensa labor y entrega por el bien de esta fiesta, el ayuntamiento ha concedido a este chirigotero el premio Gabriel Aláez.

-¿Cómo surgió La Marara?

-La Marara surgió cuando teníamos unos 15 años y éramos amigos del instituto. Los carnavales habían estado prohibidos y nosotros casi ni sabíamos lo que era el carnaval, pero surgió el concurso y nos comentaron que para participar había que cantar unas canciones, así que directamente nos apuntamos. Aunque La Marara se formó oficialmente en el 82, yo no empecé a formar parte de manera activa hasta el año siguiente. Al final creo que lo que nos ha hecho perdurar tanto tiempo en el carnaval es que, aparte de comparsistas y chirigoteros, somos amigos y le hemos dado sentido a nuestra vida con el carnaval.

-¿Qué ha supuesto la agrupación para el Carnaval Romano?

-Somos una parte más del Carnaval Romano, porque si algún día no estamos vendrán otros, aunque es cierto que ya formamos parte de la historia del carnaval. La cuestión es que estamos ahí y seguiremos estando por mucho tiempo más. Espero que La Marara llegue, por lo menos, a cumplir 50 años en el Carnaval Romano.

-¿Qué recuerda de ese carnaval de la década de los 80?

-El carnaval de entonces lo recuerdo como una explosión, de no existir nada, a perder la vergüenza y pasar de cero a cien en apenas tres años. La década de los 80 fue impresionante, todo el mundo iba disfrazado por la calle. Más tarde, a mediados de los 90 aproximadamente la participación ciudadana empezó a decaer, no las agrupaciones. Y ahora, afortunadamente el carnaval lleva años con una tendencia positiva. Antes era un carnaval más de la calle, con menos agrupaciones, y ahora me quedo sorprendido cuando tenemos más de 30 agrupaciones en el concurso y desde este año con cuatro modalidades. De hecho, a nosotros nos costó su tiempo el llegar a tener nivel en las voces, pero hoy en día los niños, como digo yo, parece que salen ya aprendidos.

-Supongo que no olvidarán su paso por el María Luisa...

-El María Luisa ha sido muy importante para La Marara porque conseguimos la mayoría de los premios buenos en esas tablas, donde había mucha cercanía con el público. Me parece muy bien que ahora se esté remodelando, aunque quizás ya para el concurso se quedaría pequeño por su capacidad, pero al menos sí que se le podrían dar otros usos.

-¿Qué ha significado recibir el premio Gabriel Aláez?

-Para mí es un honor y me enorgullece mucho que me hayan dado este premio a la continuidad, aunque creo que ya me lo han dado por cansino (risas). También es muy importante por lo que supone la figura de Gabriel Aláez, una persona que lo dio todo por el Carnaval de Mérida.

-¿Qué futuro desea para el carnaval emeritense?

-Necesitamos que el Carnaval Romano siga creciendo, por eso me gustaría que hubiera más participación de la gente en la calle, porque para conseguirlo tenemos que participar todos.