Periodista

Tan pronto supo que Rajoy sería el elegido, Rato pidió a sus colaboradores que apoyaran públicamente a quien fue su rival. Se habían ido de vacaciones convencidos de que el vicepresidente económico tenía casi seguro el puesto de sucesor y las noticias contrarias les han dejado, en palabras de Rato, como quienes planean un gran viaje y cuando llegan a la estación el tren ya se ha marchado. Ahora no sólo puede decirse que el perdedor ha dejado claro al ganador que trabajará para que Rajoy sea presidente del Gobierno como si el candidato del PP fuera él mismo. Sus compañeros de partido, los que le apoyaban y los que no, no cesan de alabar el comportamiento de Rato en estos días. No es fácil ser tan caballero cuando se pierde tan importante tren.