pCRITICA A LA JUNTA

nSobre la oposición de auxiliar de Enfermería N

***Natalia Cerro Pedrera

***Cáceres

cMi crítica va dirigida a las pasadas oposiciones para cubrir vacantes del grupo IV de personal Laboral de la Junta de Extremadura, categoría auxiliar de Enfermería. No estoy de acuerdo con los exámenes realizados, ya que el primero de ellos, de tipo test, fue diferente en cada turno, disminuyendo las opciones de aprobados para los allí citados. Así nos quedará la duda de si en mi turno el examen tipo test fue más difícil que el de otro. Superando el primer examen pasamos al segundo supuesto o prueba práctica, donde las bases de la convocatoria dicen que "va dirigida a apreciar la capacidad del aspirante para llevar a cabo las tareas propias de la categoría-especialidad a que concurre, debiendo guardar relación directa con las características funcionales del puesto a cubrir". Hacerle a un residente el Test de Barthel (prueba de valoración funcional de las actividades de la vida diaria), ¿es función del auxiliar de Enfermería?; las infracciones y sanciones en el centro residencial, ¿es función del auxiliar de Enfermería?; el instrumental no se encontraba incluido en los temas propuestos en la convocatoria y algunos ni aparecían en el temario y, aun así, también fueron preguntas del examen. El auxiliar de Enfermería tiene variadas funciones para poner a prueba nuestras cualidades en unas oposiciones que nos jugamos un puesto de trabajo. Por último, decir que todos los allí reunidos somos personas, muchos no tan jóvenes, sacrificando horas y horas de estudio y clases en academias, compaginando trabajo, familia,... para que luego nos decepcionen tanto, quedando en nuestras mentes un único pensamiento: no volver a presentarnos. Como final, un consejo al tribunal para las próximas oposiciones, que se esfuerce en conocer todas y cada una de las funciones que un auxiliar de Enfermería tiene, para así poder confeccionar unos exámenes más justos, o de lo contrario me remitiré a esta célebre frase donde no hay esperanzas no puede haber esfuerzos .

pLAS ENTREVISTAS LABORALES

nPreguntadores robot N

***Marta García

***Correo electrónico

mCada vez que salgo de una entrevista de trabajo se me quitan las ganas de presentarme a otra, porque siento que hablo con un robot. El entrevistador, tras haberme hecho esperar al menos 15 minutos sin ninguna explicación, pregunta una y otra vez cosas que ya debería saber por la información que yo le he pasado con anterioridad. Pierdo una hora yendo al lugar de la entrevista y otra para volver a casa, aparte del transporte, que no me lo regalan. Y todo para escuchar: "en caso de ser seleccionada, te llamaríamos para una segunda entrevista". Eso ya lo sé. Lo que quiero saber es por qué no revisan la información que les envío antes y me hacen esperar si yo he llegado puntual a la cita. Nos tratan como a borregos y se aprovechan de que necesitamos trabajar. Pero mañana tengo otra entrevista. Y, por supuesto, iré. ¿Qué voy a hacer, si no?

pEL RUEGO DE UN PILOTO

nRezo por un familiar N

***Ana Carmen Trujillano

***Correo electrónico

mUna periodista comentó en la radio que, al despegar un vuelo de Melilla a Madrid, el piloto cogió el micrófono para saludar a los pasajeros y desearles un buen viaje, y añadió: "Sé que muchos de vosotros vais a Tierra Santa, así que os voy a pedir que recéis allí, en los santos lugares, por un familiar mío que está bastante mal y lo necesita. Os lo agradeceré de por vida". En los tiempos que corren, en los que casi nadie habla de Dios, ese piloto ha demostrado que merece la pena hacerlo. Alguien dijo: "Los católicos no solo debemos hacer gala de nuestra fe en todo momento, tampoco reservarla para mejor ocasión". Qué mejor ocasión que esta para esta persona.

pDISCRIMINACION POR EDAD

nNos afecta a todos N

***Alberto Becerra Montero

***Correo electrónico

mLa discriminación por la edad es de la que más se quejan en las encuestas los europeos. Y con toda razón, porque, a diferencia de la marginación por país de origen, raza o sexo, esta nos puede alcanzar a todos. Creando criterios perversos, injustos, nada objetivos ni razonables, siempre se nos puede rechazar por ser demasiado jóvenes o viejos: es la discriminación universal. Son víctimas suyas los jóvenes, aunque este rechazo contra ellos es temporal, y ellos tienen energías y fundadas esperanzas de llegar a superar esa injusticia. Pero se discrimina, sobre todo, a los mayores, discriminación definitiva, más vil aún, por cuanto tienen menos energías para defenderse. Es la preferida por ciertos dirigentes de poco valor, que así evitan la competencia que la experiencia profesional y vital podría suponerles en una empresa u organización social o política, a veces a escala gigantesca y muy nociva para un sector determinado y, cuando es importante, para toda la sociedad.