Profesor

Hace algo más de un año anunciábamos que los ciclos políticos negros y económicos, irónicamente, algunas veces van de la mano al mismo tiempo que la economía mundial está chunga y que ésta pasaría factura al PP de Aznar y que, para colmo, en el PSOE surgía la tranquila figura de Rodríguez Zapatero, que si lograba mantener el tipo, llegaría a ser una seria e importante alternativa política para que le voten los españoles, que ya están cansados y mosqueados de ver al PP en el gobierno de la nación.

Insisto en mis reflexiones futuristas, el panorama político para los populares está muy oscuro: la economía mundial naufraga, la inflación en España camina a pasos agigantados, el número de parados sube y sube y ya vamos por los 2.100.000. Estudiantes, padres y sindicatos no tragan la Ley de Educación que quieren implantar por narices los populares; los agricultores y ganaderos están que trinan y, para colmo, en Andalucía y Extremadura el gobierno echa un pulso a los currantes, sindicatos y políticos con el tema del antiguo PER. Gescartera ataca y amenaza de nuevo con el 80% de los damnificados sin cobrar, la oposición reclama ver las caritas de presidentes y dirigentes de empresas privatizadas para aclarar lo hasta ahora inexplicado y así un largo etcétera nada positivo para los Aznar, Rato, Arenas, Zaplana, Rajoy y compañía. Y como solución y a modo de cortina de humo que tape este panorama, ¡ala!, a inaugurar tramos de autovías como sea, lanzar como concejal a Ana Botella o que escriba un libro la última señora de Juan Villalonga, a montar la FAES con Boyer de la Presley, o subir el sueldo a los funcionarios por encima de la inflación (¿qué inflación?), lo cual no se hacía desde tiempos del PSOE.

Y Rodríguez Zapatero subiendo y subiendo y Federico Trillo largando y largando. ¡País de fuego y humo!