XNxo deben sorprendernos las manifestaciones y contra manifestaciones de los defensores de la familia , pero no es lógico que sean esos mismos cristianos los que presuman de valores como la generosidad, solidaridad, fraternidad, etcétera, y que sean ellos también los que tachen de aberración a lo que no es más que un derecho constitucional. Si es verdad que creen en Dios y no dudan de que El creo al hombre y la mujer, debían ser más confiados y pensar que también iban incluidos en ambos las tendencias sexuales. No sé por qué ese empeño de los cristianos de presentar a Dios como un tirano. Estoy segura de que era un hombre de izquierdas y de que ese Dios no quiere que haya personas que se manifiesten contra los derechos de otras. El buen cristiano quiere a la gente como es, con sus defectos y sus virtudes, sean o no como nosotros. Lo más cómodo para esta clase de cristianos es querer a personas que piensan como ellos, porque es lo más fácil y por lo tanto no tiene ningún mérito. Lo meritorio es amar, o al menos respetar al que opina y actúa distinto, sin prejuzgar sus acciones y su vida pues nadie tiene derecho a meterse en la piel de otro. Uno no es más cristiano por haber formado una familia a las que ellos califican normal. Se es más cristiano siendo más plural, aceptando las creencias y costumbres de otros en aras de la armonía y la felicidad, no utilizando palabras vulgares para designar a quienes tengan otras tendencias, o aquellos otros que están encargados de que todos esos derechos que nos vienen recogidos en nuestra Constitución sean una realidad. Los problemas sociales y morales no los tienen los gays, ni las lesbianas, sino esa parte de la sociedad mezquina y dictadora, que se escuda en la religión, y usan palabras cursis y vulgares para designar a otras personas que no piensan como ellos, aún a sabiendas de que Dios nos hizo libres. Aberración no es que una pareja se forme con dos personas del mismo sexo, aberración es negar la evidencia, y cerrar los ojos a la realidad. El progreso no son sólo los adelantos tecnológicos, sino avanzar ideológicamente, adaptarse y madurar. Y esas personas a las que se les ha concedido la igualdad no pretenden devaluar el matrimonio heterosexual. El matrimonio responde a un proyecto de vida entre dos personas, basado sobre el amor, el afecto, la confianza y su valor es el que le dan las dos personas que lo componen. Puede estar abierto a la vida, o no, ya que la sexualidad es don de Dios y un medio de comunicar el amor.

La tradición cristiana, contrariamente a ideas preconcebidas, ha contemplado ceremonias de bendición de parejas del mismo sexo. El matrimonio tal y como lo conocemos ahora data del siglo XIII y anteriormente en la tradición cristiana se celebraban ceremonias de bendición de uniones del mismo sexo, concretamente durante el primer milenio, tal como le recuerda un icono del siglo VII representando a san Sergio y san Baco unidos por el Cristo.

Lo mejor para todos estos inconformistas es desterrar hipocresías, y doble moral de algunos, que predican puertas afuera lo que no practican dentro, Las creencias religiosas cristianas o no son libres como las personas y ante esa intransigencia pueril de la Iglesia católica, otros estamos convencidos que otra Iglesia es posible, y hay ciudadanos cristianos que reivindican una separación de la Iglesia y el Estado. El trato privilegiado del que disfruta no le da derecho a su ingerencia en la vida política. La democracia debe instaurarse en el funcionamiento interno de la Iglesia y los mismos derechos y deberes para todos los cristianos y cristianas, independientemente de su género o de su orientación sexual.

Lo mejor que pueden hacer si no quieren entrar en razón es practicar la resignación, ya que somos muchos los que estamos convencidos que con esta ley no sólo somos más iguales, sino más libres también,

*Secretaría Igualdad PSOE