Profesor de Historia

Todo este asunto de los arsenales masivamente desaparecidos hace tiempo que dejó de ser grotesco. Ahora comienza a dar miedo. Por lo visto, los que urdieron la mentira creían en ella; de no haber sido así, tendrían preparada alguna explicación para cuando se descubriera el pastel. Así pues, valga una vez más la exclamación: ¡En manos de quién estamos! Además, Bush, Blair y Aznar son anticuados: sus formas de mentira política son las de hace medio siglo. Ahora, sólo con internet, circula entre el público un volumen informativo infinitamente superior al de hace una década. Hace años se descubrió con incredulidad que la KGB estaba caduca en su manejo de la información. Ahora comienzan a estarlo la CIA y, sobre todo, aquellos a quienes sirve.