CACERES

¿Límite presupuestario?

José Luis Gibello

Llámenme loco o, quizás, como diría el presidente del Gobierno de Extremadura: cateto. Sí, soy un cateto, fui de aquellos que me opuse al torneo de Pádel Internacional en la ciudad de Cáceres, y en estas líneas pretendo argumentar el porqué de mi posicionamiento. Estamos hastiados de escuchar en todos los medios de comunicación aquello del límite presupuestario al que están sometidas todas las administraciones públicas.

Por si no lo recuerdan, el techo de gasto fue uno de los últimos regalitos del señor Zapatero con la connivencia del Partido Popular, una modificación constitucional hecha, no con nocturnidad, pero sí con alevosía, además, en periodo vacacional, para que no nos enterásemos. Pues bien, eso del límite presupuestario suponía la mal denominada austeridad del pueblo, que tenía su reflejo en la reducción salarial de los funcionarios y en los recortes en educación y en sanidad.

Tengo que contarles que he estado los martes con las trabajadoras de la limpieza de las dependencias municipales y de los colegios de Cáceres manifestándonos en la puerta del ayuntamiento de mi ciudad, porque quieren rebajarles la jornada laboral a la mitad debido a que se debe cumplir, según palabras de la señora Elena Nevado, el famoso techo de gasto.

Sin embargo, la alcaldesa tiene la desfachatez de gastar más de 15.000 euros en un torneo de pádel. Y yo me pregunto: ¿no existe límite presupuestario para gastos innecesarios?

Para aquellos que dirán que dicho evento trajo importantes sumas de dinero a la ciudad, no voy a quitarles parte de la razón, pero alguien se ha preguntado ¿quién se lo queda? ¿a quién beneficia? ¿si repercute en los trabajadores? ¿Acaso la alcaldesa sabe en qué condiciones están esos trabajadores? ¿sabe si cobran lo que les corresponden? ¿si están reguladas esas horas extras? Y mil preguntas más... puesto que gestionar una ciudad es mucho más que inaugurar torneos y hacerse fotos con deportistas famosos.

Llámenme loco o cateto, no me importa, pero verdaderamente prefiero que esos gastos vayan directamente a nuestros vecinos, porque ningún deportista de pádel estará de acuerdo con que estas mujeres y sus familias vivan con la mísera cantidad de, como mucho, 400 euros al mes.

En esa misma situación están los trabajadores de Conyser, Eulen, Ferroser o Talher. Y todo lo expuesto es extrapolable a Monago, que los gastos de la Junta no ha tenido ni la delicadeza de publicarlos.

MONFRAGÜE

El plan rector

Juan García

Una causa por la que cada vez viene menos gente a disfrutar de nuestro parque puede ser porque no existen guías para enseñárnoslo. Muchos miramos, nos gusta, pero no vemos. Yo quiero ver y aprender y si se me ofrecen un guía, aunque tenga que pagarlo, lo pago.