Da la impresión de que en esta campaña electoral los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, se están comportando como dos equipos de fútbol que jugaran a perder. No recuerdo haber sido atiborrado antes de tantas promesas hechas por estos dos partidos. Incluso, al igual que los equipos de fútbol, ambos tienen sus clubes de hinchas. El PP a los obispos, que entran gratis a todos los encuentros para encima abuchear al equipo que les regala las entradas; el PSOE a los artistas, que desaniman al portero del PP para que no detenga el penalti del canon digital.

El PSOE dice que cada sobre que se introduzca en la urna a su favor, lleva un vale de cuatrocientos euros, siempre y cuando el sobre no tenga truco. ¿A ver quién es el espectador que aplaude ese sainete de mercadillo? Para parar el ataque de los de la rosa en puño, los de la gaviota volandera, que dicen tener primos científicos que aseguran que lo del cambio climático es un cuento, ahora prometen plantar miles de árboles que nos den sombra cuando vayamos al campo de merendilla ¿Me lo dices o me lo cuentas?

Arias Cañete se lamenta de que ya no existen camareros servilistas como lo que había en los antiguos casinos para señoritos, y ahora los bares están atendidos por inmigrantes sin educación. Toma votitos para el PSOE. Pepe Blanco les dice a los señores de la mitra que si el PSOE gana las elecciones, se quedan sin paga. Eso para ahuyentar a los votantes católicos socialistas, que también los hay. Toma votitos para el PP.

Si el uno hace una mala jugada; el otro la supera. Ya digo, parece que en el fondo ninguno quiere ganar las elecciones. Y no me extraña. Pongamos que gana el PSOE, a ver cómo se las apaña, por ejemplo, para cortar el suministro a los obispos; o para regalar los 400 euros prometidos. Pongamos que gana el PP, ¿de verdad nos llenará el campo de arbolitos, con el esfuerzo que hay que hacer, aunque los deportistas ayuden? ¿Con quién coaligará para gobernar? Que esa es otra. CIU y PNV son nacionalistas, mal vistos y denostados constantemente por la derechísima española. Una coalición PP- IU sería como meter peras y manzanas en el mismo cesto, o sea una unión antinatural para el PP; e imposible para IU, supongo.

Claro, que también cabe pensar que ellos piensan que el vicio de prometer se cura con la astucia de incumplir.

*Pintor