La investigación del incendio que el pasado 21 de julio causó la muerte de cinco bomberos profesionales en Horta de Sant Joan ha dado un vuelco gracias a la diligencia y la constancia de una jueza y al trabajo minucioso de las fuerzas del orden. La causa del incendio no fue un rayo, como se había dicho hasta ahora, sino el descuido y la imprudencia de dos bomberos auxiliares que prendieron fuego en el bosque.

Los dos presuntos autores, de 26 y 27 años, se encuentran en prisión acusados de incendio forestal intencionado, sin la atenuante de imprudencia, ya que la jueza considera que, por su trabajo como bomberos auxiliares, ambos conocían suficientemente el peligro que comportaba encender fuego en ese lugar. Hasta el momento, nada indica que la pretensión de los dos jóvenes fuera la de causar un daño intencionadamente, pero su condición de conocedores del peligro convierte en más dramática y censurable su actuación.

El vuelco en la investigación ha desatado una encendida polémica política en Cataluña, como ya ocurriera en el momento del incendio. Los departamentos de Interior y de Medio Ambient deben dar explicaciones de por qué cerraron el caso con la teoría del rayo. Las explicaciones deberán aclarar si esa conclusión estaba destinada a ocultar alguna negligencia. La oposición está en su derecho de reclamar explicaciones, pero sin caer en la demagogia.