El ayuntamiento ha iniciado un expediente encaminado al cierre del pub Qué Sello, situado en la céntrica calle del Pollo. El gobierno ha puesto en marcha este trámite por decreto de alcaldía y con la justificación de que "el establecimiento se encuentra abierto al público sin la correspondiente licencia de apertura".

Pero además y, según publica el Boletín Oficial de la Provincia, también constan en el ayuntamiento denuncias vecinales relativas a que el local no respeta los horarios de cierre. Ahora, el titular tendrá diez días para realizar las alegaciones oportunas.

Precisamente, otra denuncia vecinal ha llevado al equipo de gobierno a ordenar recientemente el cierre del bar El Acueducto, situado en Sor Valentina Mirón.

MEDICION SORPRESA En este caso, el ayuntamiento realizó una medición de ruidos por sorpresa en el local --como ya anunció que haría el concejal de Interior, Francisco Martín, tras la realizada en la discoteca Moma-- motivada precisamente por una queja vecinal, según explicaba ayer el propietario del local. Este deberá ahora acometer obras de insonorización si quiere volver a abrir su establecimiento.

Estos cierres se suman al del bar Caché, en la popular Calle de Los Vinos , que tuvo lugar el pasado mes de julio y coinciden ahora con la demanda realizada por la nueva asociación vecinal Intramuros para que el ayuntamiento deniegue la licencia de apertura solicitada para poner en marcha otro local de copas de nuevo en la Calle de Los Vinos .

El equipo de gobierno aún no ha dado una respuesta a esta petición, pero el colectivo vecinal apela al Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas de 30 de noviembre de 1961, para advertir de que "esta es una calle conflictiva por los ruidos y suciedad que ocasiona la excesiva concentración de bares" y también se quejan de que "es una zona de alta saturación acústica, lo que interfiere en el derecho al descanso nocturno de los vecinos residentes". Por contra, los hosteleros defienden el derecho al trabajo, más aún en estos tiempos de crisis.

Pero la asociación Intramuros ha criticado además que en la Calle de Los Vinos se incumple de forma continuada lo estipulado en el artículo 15 de la Ley de Convivencia y Ocio de Extremadura, ya que "es común ver a jóvenes consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública". Como último punto de su demanda de denegación de la licencia, señalan su preocupación por "la carencia de condiciones de seguridad y salubridad del local de la planta baja del citado nº 22 de dicha calle --donde prevé instalarse el nuevo local de copas-- que, por su pequeño tamaño, no parece lo más adecuado al uso que se le pretende dar".