La experiencia, por suerte y por desgracia, me ha procurado de primera mano vivir las situaciones que surgen durante el ingreso de un familiar, ya no sólo en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), sino en una habitación en planta de un hospital público.

Los Los enfermos, obvio, lo pasan mal, pero los sufridos cuidadores, no lo pasan mucho mejor tampoco. Aparte de las noches en vela y la incertidumbre de la evolución de la enfermedad o padecimiento del pariente, desarrollar tu vida, en la medida de las posibilidades de cada quien, en un hospital, es un calvario. Lejos de tu hogar, disponer de algo tan corriente como un lugar donde poder lavarte la cara por las mañanas, ya ni siquiera ducharte, es algo bastante complicado, a menos que uses el del propio paciente, algo que no deberíamos de hacer, pero doy fe de que es una práctica habitual para sobrellevar las adversas circunstancias.

Por suerte, desde hace tan sólo dos meses, el Hospital Virgen del Puerto placentino cuenta ya con cuatro habitaciones dobles con baño (además de un office con nevera, microondas, fregadero y utensilios de cocina, y una sala de estar con sofás y televisión) como alojamiento para familiares de usuarios que estén ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), durante un tiempo superior a 48 horas. Y para quienes tienen familiares ingresados fuera de la UCI, también hay baños con ducha.

Podrán acceder a este servicio, mientras lo necesiten, las personas con pocos recursos y que vivan lejos de la localidad. Tan sólo han de solicitarlo en el Servicio de Atención al Usuario (SAU), donde una Trabajadora Social les entrevistará y tras valorar cada caso, en menos de 24 horas, dará una respuesta. En caso afirmativo, se les explica y entregan por escrito las condiciones y normas de uso de la residencia y se recopilan todos los datos necesarios para garantizar el buen uso de la misma.

Ya era hora de que las administraciones mirasen un poquito por los familiares de las personas enfermas ingresadas en un hospital. Cualquiera que haya padecido esta dura experiencia sabe de lo que hablo y de las necesidades que se presentan en esta impuesta etapa, sobre todo si es a largo plazo y cuidador al cuidador es algo necesario y saludable, también parte del sistema sanitario.