El ayuntamiento ha retirado la llave de Santo Domingo a las cofradías alegando motivos de seguridad y ha autorizado una exposición de arte cuyo montaje ha indignado a la Unión de Cofradías porque aseguran haberse enterado por sorpresa cuando esta semana acudieron a comprobar si la lluvia había dañado la iglesia y se encontraron "con los paneles y los pasos secuestrados" porque han sido tapados por unas telas en las capillas laterales, según indicó su presidente, Antonio Sánchez Mora.

La exposición --una retrospectiva del pintor Enrique Jiménez Carrero-- llevaba dos semanas de montaje y permanecerá abierta al público de diciembre a enero, con lo que las cofradías se quejan de que "nos va a crear un problema que no nos hayan avisado con tiempo porque tenía que venir ahora el restaurador y habrá algunos encargos que tengamos que anular, pero además no vamos a tener casi tiempo de organizar la exposición de Semana Santa".

El ayuntamiento cambió la cerradura cuando empezó el montaje de la exposición de Jiménez Carrero y las cofradías aseguran que recibieron una carta del ayuntamiento avisándoles para una reunión con la concejala de Cultura, Lidia Regidor, que, sin embargo, estaba convocada para dos días antes.

´NO NOS MOVERAN´

Sánchez Mora dijo no querer pensar que el ayuntamiento les está invitando a marcharse, pero mostró su perplejidad porque "me han dado ahora una copia de la llave con el compromiso de que no hagamos ni una sola copia" cuando antes tenían una todos los presidentes de las cofradías. "Lo primero era haber contado con nosotros, que con razón o sin razón, somos los que estamos aquí" añadió.

El presidente advirtió que "no estamos dispuestos a irnos y mucho menos sin hablar" y aprovechó para insistir en que la iglesia "no es sitio para una pinacoteca a no ser que se reforme todo". Sánchez Mora señaló que al menos confía en que los pasos estuvieron en buenas manos en su traslado porque Jiménez Carrero también es cofrade. Mientras tanto, el agua de la lluvia ha vuelto a colarse por dos goteras y las humedades son una muestra evidente del abandono que sufre la iglesia.