Después de muchos años de reclamar la adecuación de la antigua granja de San Miguel, los vecinos pudieron estrenar ayer el parque que ha venido a ocupar su sitio. El presidente vecinal, Jaime Collado, mostró su satisfacción en nombre del barrio porque "hace un año esto era una escombrera con ratas y lo han dejado muy bien y con una vista panorámica magnífica".

El acto de inauguración lo presidió la alcaldesa, a la que acompañaron hasta siete concejales de su equipo de gobierno y no faltó el arquitecto y autor del proyecto, Luis Valverde. Este explicó que ha querido representar las cuatro estaciones en el parque, con varias zonas diferenciadas en las que se han plantado doce cerezos, un nogal, un roble y un madroño y que cuentan además con varios areneros tanto para los niños como para los juegos de los mayores.

No faltan columpios, un caño de agua potable y el resto del mobiliario lo completan bancos y papeleras. Además, la alcaldesa destacó las vistas a través de un mirador que abarca desde la catedral a Santa Bárbara. El ayuntamiento ha invertido 90.000 euros en el parque y la asociación Placeat se encargará de su limpieza y mantenimiento.