El mercado de abastos de Plasencia está inmerso en una profunda renovación, que intentará ofrecer una nueva imagen al comprador, así como revitalizar este edificio histórico. Los comerciantes de la plaza de abastos han visto cómo la llegada de la crisis económica mermaba aun más sus ganancias, después de quejarse, sin éxito, acerca de la reducción de plazas de aparcamientos en la zona monumental.

Primero se eliminaron los aparcamientos de zona azul del Rincón de San Esteban y el gobierno local planea ahora suprimir aparcamientos de zona azul en la plaza de la Catedral, Santo Domingo y el tránsito entre ambas. Toda vez, eso sí, que se inaugure el párking gratuito de las huertas de La Isla (cuyas obras se han prorrogado un mes más) para paliar el déficit. Los comerciantes lo tienen claro: "necesitamos que se permita a la gente acceder hasta elmercado, que se pueda circular por el casco histórico y que los usuarios dispongan de plazas de aparcamiento" argumenta Alfonso Llorente, presidente de la asociación de vendedores de este espacio.

"Estamos acostumbrados a comprar con el coche y por eso perdemos clientes que se van a grandes superficies con aparcamientos habilitados" zanja Alfonso LLorente.

Un espacio cuya planta de abajo (que alberga alrededor de 17 establecimientos) quiere modernizar el ayuntamiento a través de una serie de proyectos que no han sido concretados, pero que mejorarán las condiciones técnicas y de atención al público, así como las de limpieza y climatización y una reordenación de espacios en el recinto.

En cuanto a la primera planta, en la que solo quedan dos establecimientos, el gobierno de Fernando Pizarro ha solicitado poder invertir un remanente de un millón de euros del primer Ecociudad (cofinanciado con fondos Feder) a la habilitación de un centro cultural, donde se instalaría el Archivo Municipal

De esta forma, el gobierno local ha paralizado los trámites de adjudicación de los puestos de la primera planta, que la anterior corporación socialista sacó a licitación a un precio asequible para permitir la instalación de todo tipo de comercios y de nuevos negocios en este edificio. A los licitadores que ya han concurrido se les ofrecerán puestos en la planta baja y el ayuntamiento financiará el traslado de los dos comercios que restan en la planta alta.