El olor a podrido se hizo tan insoportable que los vecinos avisaron al departamento de Sanidad de la Junta, que hallaron muertas cuarenta cabras de unas 150 abandonadas a su suerte en una nave. Esto ha ocurrido en pleno municipio de Casas de Millán, cuyos vecinos del llamado Barrio Nuevo han tenido que atravesar la zona con mascarilla hasta que la semana pasada el ayuntamiento abrió una fosa para enterrar al ganado muerto y evitar el foco de infección.

Pero la voz de alarma la dio ayer la Protectora de Animales y Plantas de Plasencia antes de que muera el resto de la cabaña. "Qué vergüenza que pasen todavía estas cosas en pleno siglo XXI y además del abandono de los animales, que se están muriendo de hambre y sed, es un auténtico problema de salubridad para los vecinos del pueblo".

VERSIONES Pero el propietario del rebaño precisó ayer: "Muertas sí, pero abandonadas no. Lo que pasa es que no tengo medios económicos para darles de comer y la sequía es mucha. Que cómo no me va a doler a mí verlas morir si me he criado con el ganado". Así aprovechó para pedir una ayuda e insistió en que se fueron acumulando muertas en la nave por la misma falta de medios para llevarlas a enterrar.

Pero ayer logró un préstamo para llevar un camión de paja que descargó en la puerta, lo que puso de pretexto para impedir el acceso al interior de la nave y evitar comprometidas fotografías de las cabras y varias ovejas que también malviven encerradas a cal y canto.

Tras las denuncias vecinales, la semana pasada el alcalde ordenó la apertura de una fosa donde fueron sepultadas y el lunes miembros de la Protectora acudieron al ayuntamiento a interceder por los animales. "Pero el alcalde ni caso", dijeron y esta redacción trató, sin éxito, de recabar su versión.