Una de las cuestiones que ha planteado la Concejalía de Servicios Municipales dentro de los cambios a realizar en la ordenanza municipal de tenencia de animales es elevar las multas por no recoger los excrementos de los perros. Tanto los colectivos relacionados con estos animales como los partidos de la oposición están de acuerdo. Es más, según el edil Luis Miguel Pérez Escanilla, la oposición ha propuesto que se considere como falta grave.

Porque en el documento de trabajo que todos tienen aparece como falta leve y la sanción sería de 80 euros. En caso de ser una falta grave, la multa mínima ascendería a los 251 euros. Ahora es tan solo de 30 euros.

Este será uno de los aspectos que habrá que concretar en el borrador de la nueva ordenanza. De momento, tanto los partidos como los colectivos tienen el documento elaborado por la concejalía y el edil se ha reunido ya con unos y con otros. El jueves tuvo lugar la reunión con dos protectoras, titulares de clínicas veterinarias, un representante de la oficina veterinaria de zona, presidentes vecinales y representación de la policía local.

Porque el edil quiere el máximo consenso posible. Hasta ahora, hay unanimidad, primero y fundamental, en reformar la ordenanza actual. También en elevar las multas por no recoger las heces; en la creación de un registro de perros peligrosos y en la necesidad de una licencia, tanto para tenerlos como mascota como, por ejemplo, sacarlos a pasear sin ser su dueño.

Igualmente, hay acuerdo en fijar unas condiciones para asegurar el bienestar animal, con el fin de evitar situaciones de maltrato, malnutrición etcétera...

TASA POR MASCOTA Una idea que ha lanzado el concejal, aunque no es seguro que se vaya a introducir, es la creación de una tasa por la tenencia de animales en el caso urbano, que se pagaría al inscribirlos en el registro municipal y anualmente y generaría una partida presupuestaria que revertiría en mejorar los espacios para las propias mascotas, la perrera y otros.

Colectivos y políticos deben enviar ahora sus aportaciones a la concejalía, que elaborará ya un borrador de ordenanza. Después, lo enviará de vuelta y habrá una nueva reunión para revisarlo y el objetivo de Escanila es llevar la nueva ordenanza como mucho al pleno de mayo.