Patriarcas gitanos y pastores de la iglesia evangélica pidieron ayer a la alcaldesa unos terrenos donde levantar chabolas y, mientras tanto, un pabellón deportivo para los desalojados. Ello mientras una treintena de mujeres se manifestaban espontáneamente en la calle, donde guardaba el orden una patrulla de los antidisturbios, y mientras la Junta procedía a los desalojos.

Lo confirmó Elia Blanco, quien sólo se comprometió con la delegación a mediar ante la Junta "para que las viviendas estén vacías el menor tiempo posible", aunque los portavoces de los desalojados dijeron haber salido también con el compromiso de que iba a intentar paralizar los desahucios. La alcaldesa, sin embargo, advirtió de que el ayuntamiento no puede amparar chabolas y ante su disposición a comprar los pisos sociales, avisó: "Pagar no es igual a legalizar". Sobre el diferente criterio de Durán, dijo que puede ser "por una sensibilidad distinta".