Los representantes del Ministerio y de la Junta en el Plan de Excelencia Turística han mostrado su disgusto con el ayuntamiento porque la gestión de éste lleva un año de retraso, lo que puede poner en peligro las subvenciones de estas Administraciones. Así han exigido al ayuntamiento que dé un cambio a la gerencia mientras el nuevo gobierno del PSOE ha tenido que pedir una prórroga de seis meses para acabar la segunda fase que ya tenía que estar concluida. Aunque más llamativo es que la tercera fase, aún por iniciarse con los famosos pivotes, debía terminar este mes de septiembre.