La planta alta de la plaza de abastos, reformada tras un proceso de obras financiado en su mayor parte con fondos europeos del programa Ecociudad, tendrá un uso administrativo. Según han confirmado fuentes municipales, el ayuntamiento descarta ubicar un supermercado o una franquicia, como se había especulado inicialmente y, en su lugar, el espacio albergará servicios relacionados con la administración y la empresa.

Quienes quieran ver cómo ha cambiado la parte alta del mercado después de las obras tendrán la oportunidad de hacerlo los próximos días 16 y 17 porque acogerá las actividades paralelas organizadas con motivo del congreso transfronterizo de gestión sostenible de los recursos. Pero será pasado el verano, previsiblemente en el mes de septiembre, cuando empezará a funcionar con su uso definitivo.

Hasta entonces, el tiempo se invertirá en dotar de mobiliario el espacio, que ahorá está completamente vacío y que acogerá, principalmente, el Punto de Activación Empresarial, que sustituirá a la Ventanilla Unica Empresarial, ubicada actualmente en el edificio del Sexpe.

En torno a este Punto de Activación Empresarial y en función del espacio sobrante, se ubicarán otros espacios, siempre administrativos y enfocados a la creación y orientación a empresas, según confirmaron fuentes del ayuntamiento.

Aunque Mercasa, la consultora encargada de realizar un estudio de usos de este nuevo espacio, planteó la posibilidad de conjugar la actividad administrativa con el uso comercial, el ayuntamiento es partidario sin embargo de no ubicar comercios. "Un supermercado afectaría negativamente a los pequeños comercios que existen en torno a la plaza Mayor y una franquicia no busca instalarse en una plaza de abastos", señalan desde el ayuntamiento. De ahí que finalmente se haya decidido darle un uso exclusivamente administrativo.

Es precisamente esta la opción por la que apuesta la Asociación de Comerciantes Zona Centro, aunque no los industriales de la parte baja del mercado, que veían con buenos ojos un uso mixto comercial, siempre que no supusiera una competencia para sus negocios. El gobierno tiene la última palabra.