La Policía Local ha decidido entregar mañana al alcalde pistolas de juguete y las gorras en señal de protesta, pero no serán los únicos. Cada departamento municipal se sumará con diversos útiles de trabajo entre los que se barajan las máquinas de escribir más desfasadas, picos, palas, fregonas o papeleo y juguetes viejos que almacenan los Servicios Sociales.

Pretende ser la medida reivindicativa más contundente de las que vienen realizando los funcionarios municipales, acordada el lunes en una asamblea informativa con los sindicatos CCOO, UGT y CSI-CSIF y representantes de los diferentes departamentos del ayuntamiento. Viene precedida de varias concentraciones a la puerta de la Alcaldía así como de los delegados sindicales en el zaguán municipal la semana pasada mientras han decorado las paredes del consistorio con estrofas de un villancico en verso que han dedicado a José Luis Díaz.

DISCREPANCIAS ECONOMICAS

En todo esto ha desembocado la ruptura de las negociaciones sobre la catalogación que el alcalde ha situado en un punto cero después de que los trabajadores rechazaran en asamblea su propuesta de poner encima de la mesa 901.518 euros en tres años frente a los 1,3 millones de euros que reclaman los sindicatos.

Así las cosas, los empleados municipales han optado por hacer la entrega simbólica del material al alcalde para poner el énfasis no tanto en las discrepancias económicas, sino en la obsoleta ordenación de las funciones y para llamar la atención de la opinión pública han convocado para este viernes a mediodía una concentración en la plaza Mayor, por lo que el ayuntamiento ha decidido aplazar el tradicional vino de Navidad a los primeros días de enero. El frente laboral por la catalogación vuelve a estar en candelero.