La paciencia se le ha agotado a la Asociación Protectora de Animales y Plantas de Plasencia y ayer denunció a través de un contundente escrito la "desatención y abandono total" que sufre la perrera municipal por parte del ayuntamiento.

Se trata de un abandono que afecta sobre todo al funcionamiento de este espacio que, como ha reconocido en alguna ocasión la concejala delegada, Raquel Puertas, está saturado de animales. De hecho, su capacidad máxima es de 50 perros, pero hace un mes llegaba a los 80.

El colectivo explica que, desde hace varios años, atiende la perrera junto al ayuntamiento y que, hasta ahora, "todos los fallos producidos tanto por falta de personal adecuado como por falta de fondos, esta protectora ha respondido siempre del mejor modo para que a estos animales no les faltaran las necesidades básicas, como son comida y cuidados veterinarios".

Pero señalan que la situación no ha mejorado; es más, se ha agravado porque denuncian que el ayuntamiento lleva más de tres semanas sin enviar pienso a los animales, con lo que es la protectora la que les está alimentando. "Si no fuera por nosotros, no comían", señalaba ayer la presidenta del colectivo, María Salud Mateos.

Esto a pesar de que el colectivo llegó a un acuerdo con el ayuntamiento para pagar a medias los gastos de la perrera, con lo que "esto les supone unos 500 euros al mes, pero al parecer ahora a otra persona le ha parecido que lo podía hacer mejor y desde enero hasta ahora es la protectora la que da de comer a los animales y se hace cargo de todo su importe".

Además, se quejan de la falta de personal cualificado para atender las instalaciones; a los animales y a las personas que acuden para adoptar algún perro, a pesar de que "desde hace tiempo se viene pidiendo a una persona responsable y cualificada para atender la perrera".

En lugar de eso, consideran que "se rien de nosotros; de nuestros esfuerzos y nuestra labor porque nos tienen totalmente olvidados" y como ejemplo ponen que las oficinas están llenas de humedades; sin pintar y el acceso al recinto es "intransitable".

También subrayan que "ante la falta de medios económicos del ayuntamiento", la protectora ha costeado techos, bebederos, comederos, pintura y depósitos para el agua y se ha hecho cargo de parte de las facturas de los veterinarios "que no pagaba el ayuntamiento".

Ante este "nivel de desprecio por nuestro trabajo", han decidido convocar a sus socios para decidir medidas de presión si la situación no se resuelve.