Este fin de semana ha comenzado la competición de fútbol aficionado que más jugadores mueve, la liga de Fútbol-7 del Rosal de Ayala. Los números no engañan y este año serán 650 los jugadores que se calzarán las botas para jugar en 38 equipos.

Es uno menos que el año pasado, pero porque la organización no ha querido aceptar más, pese a que había peticiones de otros ocho por entrar en la liga. "El año pasado tuvimos cuatro divisiones y era mucho jaleo organizativo así que por eso hemos puesto un límite y vuelto a las tres divisiones", explica Carlos Hernández, de la organización.

Así, la primera y segunda contarán con 12 equipos y los otros 14 jugarán en la tercera. Esta liga de Fútbol-7 engancha puesto que todos los conjuntos repiten de la temporada anterior y además, no todos son de Plasencia sino que los hay de Ahigal, Hervás, Carcaboso, Montehermoso y Malpartida. Los forman jugadores que en su mayoría tienen entre 18 y 40 años, pero también los hay menores y mayores de esas edades porque "no ponemos ningún tope de edad".

Hernández destacó la importancia de otro equipo humano, los diez árbitros que se encargan de pitar los partidos: "Son fundamentales, se pueden confundir, pero nunca han faltado a ningún partido y tenemos que agradecer su compromiso".

Su campo principal de juego es el de Los Pitufos, en el Rosal de Ayala, pero como el año pasado, también jugarán en La Coronación. En total, disputarán 19 partidos por jornada distribuidos entre viernes, sábados y domingos. Además, a partir de enero y hasta el 10 de mayo jugarán el Campeonato de Copa.

Esta liga de fútbol-7 tiene ya 16 años y cuenta con el patrocinio del ayuntamiento, que se encarga del mantenimiento de la instalación, la equipación o los balones y cuenta con un seguro de responsabilidad a terceros, pero Hernández quiso aclarar que "al ser fútbol aficionado, cada jugador juega bajo su responsabilidad, no hay un seguro contra lesiones o si rompes un cristal de un balonazo".

Como nota negativa, se quejan de la iluminación porque en Los Pitufos es escasa y en La Coronación está mal orientada, un problema, ya que, sobre todo en invierno, la mayoría de los partidos son de noche.