Aún no han terminado las obras de la rotonda que servirá de homenaje a las víctimas del terrorismo y ya ha mejorado la fluidez del tráfico en uno de los mayores nudos de comunicaciones de la ciudad, en plena travesía de la N-630 y uniendo las avenidas Virgen del Puerto, La Salle, Salamanca y Juan Carlos I. El alcalde y el concejal de Obras visitaron ayer los trabajos y Fernando Pizarro afirmó que, solo con la mitad de la glorieta en servicio, ha reducido los tiempos de espera entre cuatro y cinco minutos.

Porque se han eliminado los semáforos, con lo que las paradas de los vehículos son más cortas. Así también, Pizarro destacó que «hay menos emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y eso también lo ha tenido en cuenta Europa a la hora de aprobar el proyecto, que es un conjunto». Cabe recordar que es el primero que se financia en la ciudad con fondos europeos y las mejoras que supondrá para el tráfico han llevado al ayuntamiento a recibir otras peticiones y estudiarlas.

Así, el alcalde señaló que han recibido solicitudes para dejar de doble sentido el tramo que va desde los Arcos de San Antón hasta Sor Valentina Mirón y, «lo estamos barajando». También dijo que se estudiará la eliminación del giro a la izquierda para acceder al aparcamiento del parque de La Coronación y subrayó la eliminación de barreras arquitectónicas a la altura de la farmacia de la avenida Juan Carlos I. En su opinión, es posible recuperar aparcamientos que se eliminaron y, en el futuro, se atenderá la demanda de la universidad de ampliar la puerta de acceso.

Con todo, explicó que no habrá una inauguración como tal de la rotonda, pero sí un acto, a finales de junio, de homenaje a las víctimas del terrorismo, que «es la primera vez que se hace en la ciudad y muchas personas nos habían pedido un sitio dedicado a las víctimas».

Este homenaje contará con el izado de la bandera de España cuyo mástil ya se ha colocado en el centro de la rotonda. Subrayó que la bandera es «un símbolo de nuestro país, que nos une y un símbolo de aquello por lo que dieron la vida las víctimas».

Ante las críticas que pueda suscitar, recordó que «todos los partidos que firmaron la Constitución consideraron que esa debía ser nuestra bandera. Algunos pueden poner la excusa del dinero, pero cualquier otra decoración habría multiplicado por diez su precio». Puso de ejemplo que una fuente costaría 150.000 euros, mientras que en este caso, el mástil, la bandera y la cimentación no llegan a 15.000.