Restos que se remontan al siglo XVI son los más antiguos que han aparecido hasta el momento gracias a los trabajos de intervención que se están desarrollando en la antigua ermita de Santo Tomé, situada junto al puente Trujillo, desde septiembre. Los pilares de la antigua ermita han salido a la luz después de excavar dos metros de profundidad en el interior de la antigua nave de Azcar y en dos de sus muros han aparecido contrafuertes, también del edificio religioso.

Sin embargo, éstos no han sido los únicos hallazgos. La arqueóloga municipal, Cristina Sánchez, explicó que también se han encontrado ventanas y una puerta cegada y tras picar el suelo, surgió otro de hormigón, el de la antigua nave, debajo otro suelo con un relleno de hace 40 años y finalmente un pavimento formado por cantos de río, que se puede apreciar actualmente.

También se han descubierto unas escaleras de finales del siglo XIX o principios del XX y corresponden a la época en que la zona acogió la posada denominada El Parador del Puente . A partir de ahora y tras documentar el descubrimiento del suelo, los nueve obreros municipales que trabajan bajo la dirección de la arqueóloga y una auxiliar de arqueología, continuarán excavando con el fin de encontrar nuevos restos de la ermita y de la mezquita sobre la que aquella se asentó. Según los cálculos de Sánchez, habrá que excavar al menos un metro y medio más aunque la posibilidad de encontrar nuevos vestigios dependerán "de si lo anterior se arrasó o se reaprovechó".

BARRIO DEL TOLEDILLO

Junto a los trabajos en el interior de la nave, el proyecto recoge también la excavación en el contorno exterior del edificio porque las fuentes históricas señalan que se encontraba en el barrio del Toledillo que "estaba poblado por hornos y talleres de alfarería". La arqueóloga destacó que "el exterior nos dará información de la estructura urbana de la Edad Media en adelante" y no espera tener dificultades para hallar restos porque la zona no se ha arrasado sino simplemente cubierto de tierra.

Aunque confiesa que esperaba encontrar los restos hallados hasta ahora porque confirman las fuentes históricas, señala que "a partir de aquí, es una incógnita si encontraremos más o no". Cuando termine la excavación, el objetivo es desmontar todos los añadidos modernos y consolidar las estructuras de la ermita y el resto de hallazgos. Además, se colocarán pasarelas y pancartas explicativas para convertir la zona en un yacimiento arqueológico visitable previsiblemente en mayo.