Cincuenta incendios forestales arrasaron ayer el noroeste de España, amenazando zonas de gran valor ecológico, especialmente en la provincia de Ourense, pero también en Asturias y León, donde el martes falleció un brigadista cuando participaba en las tareas de extinción de un fuego. Representantes del Gobierno central y de la Xunta de Galicia mantuvieron ayer una reunión del Comité Integrado de Prevención de Incendios Forestales para hacer frente a "una situación sin precedentes", en palabras del conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez.

En Galicia se encuentran 800 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias y 20 unidades aéreas, que trabajan en 16 incendios, de los que 8 están controlados.

Entre los que están controlados figura el que ha arrasado más de mil hectáreas en Lobios.