La comunidad internacional, todavía impactada por el accidente en la central nuclear de Fukushima (Japón), celebra desde hoy en Viena la quinta reunión de revisión de la Convención de Seguridad Nuclear (CSN). A esta convención, en vigor desde octubre de 1996, se han adscrito 71 países, en su gran mayoría estados con programas nucleares, tanto científicos como energéticos.

El objetivo de ese tratado es lograr y mantener un nivel de máxima seguridad en la industria nuclear, siempre bajo los principios establecidos por las normas de seguridad del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), al que pertenecen 151 países.

En el centro de la reunión de este año está el accidente de Fukushima, una crisis que todavía no está resuelta. Por eso, y por el hecho de que los preparativos de la reunión de revisión se iniciaron ya hace más de un año y medio, no se esperan decisiones o recomendaciones concretas del encuentro de Viena, indicaron fuentes consultadas.

Para satisfacer las exigencias de los estados no adheridos a la CSN pero si miembros del OIEA, la autoridades atómicas de Japón informarán en el marco de un seminario extraordinario sobre lo más reciente del accidente de Fukushima. La CSN no contiene ningún tipo de normas obligatorias o sanciones para el caso que no se cumpla con lo acordado.