Un ciudadano europeo ha sido asesinado en Tombuctú, al norte de Malí, al resistirse a ser secuestrado. Otras tres personas, también de procedencia europea, han sido secuestradas, según han confirmado a Efe fuentes de seguridad de esta ciudad, que no han precisado la nacionalidad de las víctimas.

Los secuestrados y la víctima mortal se encontraban frente a un bar-restaurante de la ciudad situado en la plaza de la Paz, en el barrio de Abradjou, en el oeste de Tombuctú, una zona frecuentada por ciudadanos de origen europeo, según la fuente, que no ha ofrecido más detalles.

Según fuentes cercanas a la investigación, el fallecido era un ciudadano alemán. Sin embargo, fuentes policiales se negaron a dar informaciones sobre la nacionalidad de los secuestrados.

Este suceso se produce dos días después del secuestro de dos ciudadanos franceses que trabajaban para una cementera en la ciudad de Hombori, situada a unos 200 kilómetros al sur de Tombuctú. Fuentes de seguridad señalaron que una decena de asaltantes con turbantes, teléfonos satélite, puñales y kalashnikov capturó la noche del miércoles a los dos ciudadanos cuando se encontraban en la habitación de su hotel.

En un breve comunicado, el ministro de Seguridad Interior y Protección Civil, el general Sadio Gassama, ha confirmado este viernes el secuestro de los dos ciudadanos franceses por "bandidos armados" y ha asegurado que había empezado una "persecución por las fuerzas de defensa y seguridad".

Según el ministro, que ha calificado el acto de "atroz", el gobierno de Malí ha expresado su solidaridad con las familias de las víctimas. Los dos empleados de la cementera llevaban dos días en Hombori cuando se produjo el asalto.

Fuentes de seguridad han indicado a Efe que se ha desplegado una amplia operación la zona centro-norte del país para dar con los dos ciudadanos franceses. Sin embargo, todavía no ha habido confirmación oficial de la captura de los tres ciudadanos europeos secuestrados en Tombuctú y de la muerte del cuarto.

Estos secuestros en el norte del país se consideran un desafío al Estado, ya que se produce sólo unos días después de una reunión en la capital de Malí de los jefes del Estado Mayor de los países de la banda del Sahel-sahariana, para coordinar la lucha antiterrorista y el crimen organizado.

Asimismo, tiene lugar justo después de que las autoridades de Bamako llevaran a cabo una gira por el norte del país, caracterizado por su inseguridad, para buscar el apoyo y el consejo de las tribus árabes de la zona sobre cómo mejorar la seguridad en la región.

El norte de Malí, además de ser una de las zonas que registra mayor actividad de Al Qaeda en el Magreb Islámico, es una región de fronteras permeables en la que abundan las bandas de traficantes que operan en toda la banda Sahelo-sahariana, desde Mauritania hasta Níger, pasando por Argelia, Mali y Libia.