Podía haber llevado una vida tranquila como profesora en Badajoz, tocar en su grupo, pero apostó todo por la música y se marchó a Madrid en busca de un sueño. Dos años después, la blueswoman extremeña Susan Santos empieza a recoger los primeros frutos de noches con la guitarra de un lado para otro, tocando en garitos donde demuestra que es única con su zurda.

Con trece canciones a las que pone voz y música, Susan Santos presentó anoche en la sala madrileña Clamores su segundo disco, titulado Shuffle woman y que toma en su primera palabra de uno de los palos del blues. A sus 31 años, y tras dos en la capital, sigue teniendo claro que se marchó porque quería vivir de la música, consciente de que las salas de Madrid ofrecerían una programación diaria en la que probar suerte. "Al principio fue duro, pero he logrado salir adelante", subraya.

Tras su paso por la banda extremeña Bangladesh, con la que grabó dos discos, Susan Santos sacó el primero en solitario en mayo del año pasado. Lo llamó Take me home . Ahora publica el segundo gracias al apoyo de una editorial y asegura que le sobraba material para grabar el nuevo. Dice con orgullo que la nueva etapa que inició en Madrid le ha servido para crecer y tocar fuera de España en festivales de Bélgica y Holanda.

En plena efervescencia y camino de la madurez que dan las tablas, a Susan Santos le apetecía sacar un disco "porque tenía muchas cosas que contar", añade con satisfacción. Para la presentación del disco en la sala Clamores ha preparado una edición especial con un DVD que refleja el proceso de grabación del disco. "Lo primero que digo es que vengo de Badajoz", cuenta.

De la experiencia en Madrid, afirma que hasta ahora "ha merecido la pena" y reconoce que vive "su mejor momento profesional" tras meses buscándose la vida para conseguir bolos en salas. "Voy teniendo mi círculo de gente que sigue los conciertos y de sitios donde tocar", indica. Para ella, el blues sigue siendo un mundo "muy masculino", a diferencia del rock.

Superar dificultades

Pero las cosas no han sido fáciles hasta lograr este equilibrio. Cuando llegó a Madrid, explica, "los principios no fueron fáciles porque no conocía a nadie" y reconoce que se alegra de haber superado los peores momentos "porque han hecho que ahora me encuentre donde estoy".

De la gestación del nuevo disco, precisa que ha sido una autoproducción y que ha tenido libertad para elegir las canciones que integran el trabajo. Santos prefiere guardarse el nombre de la editorial que le ha apoyado, con cobertura en España y el resto de Europa e Hispanoamérica.

En cuanto a las colaboraciones con las que ha contado en el disco, figuran como fijos en la banda David Fernández (batería) y David Olivier (bajo), además de otros músicos de prestigio en la escena madrileña blusera como Francisco Simón y Jeff Espinoza, del dúo Red House.

Del sonido del nuevo trabajo, afirma que "está más definido y afianzado" que en el primer trabajo y destaca que tiene "más raíz americana", con toques country que salpican los ingredientes del rock, blues o funk que suele utilizar en sus canciones. Con viajes previstos a Londres e Irlanda, quiere presentarlo en marzo próximo en Extremadura. Será el regreso de una blueswoman de la tierra.