El presidente de Repsol, Antoni Brufau, ha afirmado que la petrolera debe "calibrar la calidad de las contrapartidas" para llegar a un acuerdo sobre la compensación por la expropiación de su exfilial argentina YPF. El primer ejecutivo de la compañía ha hecho estas afirmaciones durante su participación en un acto del Consejo Empresarial para la Competitividad en la Cambra de Comerç de Barcelona.

Brufau se ha prestado a contestar una pregunta sobre YPF y ha explicado que el consejo de administración, que la semana pasada valoró la propuesta acordada por España, Argentina y México pero con condiciones, debe analizar "si le parece bien anticipar el pleito con dinero efectivo. Depende de la calidad de la contrapartida”. Ha destacado que, en todo caso, debe ser “una cifra cierta y que justifique abandonar los litigios".

Retirada de pleitos

El pacto, que prevé la retirada de los pleitos interpuestos por la compañía tras la expropiación de YPF por el Gobierno argentino, establece el pago de una compensación de unos 5.000 millones de dólares (unos 3.700 millones de euros) en bonos argentinos. Brufau ha recordado que la compañía estimó en sus reclamaciones un valor de unos 10.000 millones de dólares (unos 7.000 millones de euros).

En el consejo de la semana pasada, Repsol decidió contratar al Deutsche Bank para que estudie las garantías del acuerdo propuesto, que tiene el aval inicial también de su principal accionista, CaixaBank. El presidente de esta entidad financiera, Isidre Fainé participó en las negociaciones para el acuerdo

El presidente de Repsol ha insistido en que si, por la vía judicial se reclamaban unos 7.000 millones de euros, "lo que debemos calibrar es, si llegamos a algún acuerdo, si nos parece bien anticipar el pleito con dinero en efectivo. Depende de la calidad de la contrapartida".

A su vez, a la pregunta de si se siente respaldado por el consejo, ha recordado que recibió el aval de 15 de los 16 consejeros. "Algunos prefirieron verlo como que uno de un total de 15 votó en contra". De esta forma se refirió a la oposición mostrada a la gestión por el representante de la mexicana Pemex, compañía con la que la que mantiene un duro pulso desde hace meses.

Pemex, que tiene un poco más del 9% del capital, pretendía participar a través de Repsol en la explotación del macroyacimiento de Vaca Muerta en Argentina, la joya dela corona de YPF. De hecho, tras anunciarse el principio de acuerdo con Repsol, el ejecutivo de Buenos Aires y la compañía pública mexicana dieron a entender que podrían llegar a una alianza sobre este aspecto.