La ministra de Educación, Mercedes Cabrera, defendió ayer en Santander que las críticas a la asignatura se deben "al desconocimiento de sus contenidos" que, "como lo demuestran los libros de texto que han salido", únicamente persiguen "educar a los jóvenes en su conciencia y responsabilidad en el sentido de sus derechos y obligaciones dentro de una sociedad democrática". "Esto no es un adoctrinamiento ni una ideología", insistió.

La organización Cristianos Socialistas, perteneciente al PSOE, también sostuvo que la materia no hace una propuesta "ideológicamente partidista", al tiempo que llamó a los "obispos sensatos" a "expresarse". Otras confesiones se muestran divididas: los protestantes coinciden con los obispos en el "carácter adoctrinante", mientras que los musulmanes estiman que los contenidos son "totalmente compatibles" con todas las creencias religiosas.