Pese a que es ilegal cualquier tipo de juego de apuestas on line para los menores de edad, algunas webs han encontrado una fisura para ofrecer esta actividad potencialmente adictiva a los más jóvenes. A través de la adquisición de objetos en los videojuegos, los menores pueden canjear estos trofeos por dinero o apostarlos para aumentar su valor y obtener finalmente más beneficio económico.

P. H. tiene 17 años y desde los 14 juega a un videojuego en la red. También desde los 14 juega en páginas que le permiten adquirir diseños para las armas del juego a través de ruletas, jackpots y apuestas. Estos diseños se compran y venden entre jugadores, con precios que van de pocos céntimos a miles de euros.

Son casinos encubiertos y apuestas ilegales que, en lugar de utilizar dinero en metálico, usan objetos que los jugadores consiguen en videojuegos como moneda de cambio. Objetos que después se venden por dinero real a otros usuarios, según el precio que la comunidad decida que valen. En definitiva, el mismo procedimiento que usan los casinos con sus fichas: se compran a la casa para acceder, se juegan en las partidas, ruletas y otros tipos de apuestas, y finalmente se cambian por dinero.

Pero, si en un casino convencional existe un fuerte control legal para evitar amaños, garantizar el pago de impuestos y, sobre todo, impedir la entrada a menores, en este tipo de páginas tanto el diseño como sus características favorecen que jóvenes apuesten, muchas veces sin requerir más que un correo electrónico y una contraseña.

POPULAR / Uno de los casos más polémicos es el que rodea al videojuego Counter Strike: Global Ofensive (CS: GO). Considerado uno de los e-Sports o deportes electrónicos más populares, es un juego de disparos en primera persona, propiedad de Valve Corporation.

El videojuego, con más de 11 millones de jugadores, tiene además a su alrededor toda una red de páginas que emulan casinos, con ruletas, jackpots y pujas, y cuya moneda de cambio son los distintos diseños de armas que ofrece el juego, conocidas popularmente como skins y que los usuarios compran y venden on line.

«Al finalizar una partida obtienes unas cajas, pagas uno o dos euros y empieza una ruleta. Entonces te toca un objeto del juego, por ejemplo el diseño de una arma, -explica Jordi Gómez, de 21 años y jugador del CS: GO-. Aunque no siempre necesitas pagar, puedes conseguir objetos cuando subes de nivel, y luego los puedes apostar para ganar más».

ACCESO SENCILLO / Para acceder a estas páginas, el proceso es sencillo. Primero, el usuario se registra usando una cuenta de Steam, plataforma legal de entretenimiento en la que jugadores de videojuegos tienen un perfil y donde pueden comprar juegos. Además, la página permite almacenar los objetos que se consigan mientras se juega y que después pueden ser vendidos o apostados. ¿La edad mínima de registro? 13 años.

Cualquier menor con un perfil en esta plataforma puede acceder a páginas de casinos y apuestas que permitan la entrada a través del Steam, sin solicitar ningún otro requisito ni tampoco otras comprobaciones.

¿Pero, puede ser ilegal apostar con objetos que no son reales? Sí. Una página puede funcionar sin ser considerada un operador de juego solo si las fichas, monedas u objetos que use no sean cambiables por dinero real. «Aunque no se apueste o juegue directamente con dinero u objetos reales, si la moneda de cambio que usan se puede canjear por dinero u objetos con valor monetario real después, entonces es ilegal», explica Xavier Muñoz, abogado especialista en normativa del juego.

RULETA ESCONDIDA / La trampa está en que estos objetos son cambiables por dinero real, lo que convierte estas páginas en casinos clandestinos. Es habitual que al jugar ni aparezca el objeto que se apuesta, por ejemplo, solo su valor.

Apostar en deportes electrónicos no es ilegal. Páginas como Bet365, Luckia o William Hill permiten, entre sus opciones de apuestas deportivas, apostar en torneos y ligas de videojuegos como el League of Legends o el CS: GO. «El crecimiento del sector y el ser tratado a nivel internacional como un deporte más, así como la demanda por parte de los usuarios han llevado a abrir esta vía de mercado», dice Sacha Michaud, presidente de Jdigital, asociación de operadores de juego digital.

Sin embargo, para que estas casas puedan operar (tanto en e-Sports como en deportes tradicional) es preciso que obtengan una licencia y cumplan determinados requisitos.Por ejemplo, la identificación de los usuarios, necesaria para evitar la entrada de menores. «Todas las casas de apuestas legales en España a las que se puede acceder desde territorio español cuentan con un estricto control para evitar que menores jueguen: solicitud de documentación, comparativa con el censo y contraste con datos bancarios. Que entre un menor es lo último que quiere un operador de juego», apunta Michaud.

Los e-Sports se han convertido en un mercado muy suculento para los operadores de juego, ya que el fenómeno fan es igual o de mayor envergadura que el que rodea a los deportes tradicionales. La última partida del torneo mundial del videojuego League of Legends tuvo más espectadores que la final de la NBA.