TOROS: Toros de Santiago Domecq, el segundo como sobrero, cinco de ellos en el límite de las fuerzas y la raza, aunque muy toreables. El sexto, con mucho "motor", fue un gran toro.

DIESTROS: José Miguel Arroyo ´Joselito´: media y descabello (silencio); y estocada y tres descabellos (silencio). Julián López ´El Juli´: estocada (una oreja); y estocada (silencio). César Jiménez: pinchazo y estocada (una oreja); y media y descabello (una oreja con petición de la segunda).

PLAZA: Lleno "hasta la bandera".

La primera Puerta Grande de la feria, ayer en Valencia, abierta para César Jiménez, fue el premio a la entrega y el arte, una buena conexión con el tendido que vivió su actuación, sobre todo la última faena, con extraordinaria pasión, en una corrida en la que también ´El Juli´ obtuvo un trofeo, aunque éste de menor entidad.

Orejas fáciles las dos primeras de las tres que se dieron en la tarde. La plaza dijo amén a casi todo. Unicamente se enfadó el tendido por la extrema flojera del segundo hasta que fue devuelto.

Que ´Joselito´ se encogiera de ánimo en su primero, planteando el trasteo al revés, es decir, doblándose por bajo con un toro que apenas se mantenía en pie; o que ´El Juli´ clavara banderillas a toro muy pasado y luego no terminara tampoco de cuajar faena; incluso que Jiménez pinchara antes de la estocada definitiva, nada se tuvo en cuenta en la valoración final. No hubo pitos para el primer espada y los otros dos se llevaron el premio de una oreja cada uno.

Luego ´Joselito´ volvió a estar en el cuarto tan aplomado y ausente como el toro mismo, con una desgana impropia de quien a buen seguro pretenderá estar en los puestos cimeros del escalafón a efectos de cotización.

´El Juli´ no se quejará a pesar de que su balance artístico no le fue muy favorable. La oreja que cortó a su primero fue de regalo. Faena trabajada, si, pero muy deslavazada y en absoluto resuelta. Con la muleta no se acopló lo más mínimo. En el quinto estuvo más entonado con "los palos". Pero luego el toro, que llegó a echarse en el comienzo del trasteo, tampoco acompañó.

César Jiménez en cambio hizo cosas muy estimables en su primero. Lo más bonito de la tarde lo hizo él: dos series por la derecha con desmayo, descolgado de hombros, de mucha belleza. Pero la faena fue a menos a partir de no acoplarse por el pitón izquierdo. También le sobró el amaneramiento de los andares y posturas cuando no está en la cara del toro.

Y algo muy importante, su variedad con el capote: faroles invertidos, saludo por verónicas, chicuelinas y navarras. Fue precisamente en el toro que cerró plaza en el que Jiménez, "se vació" en entrega e inspiración. Quizás faltó reposo al comienzo de la faena, basada en la mano derecha. Pero la emoción que produjo lo inundó todo. La gente estuvo con él, en tanto también el animal puso lo suyo. Auténtica pasión.