El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) no ha incluido ninguna pregunta sobre el Prestige en el barómetro de noviembre, que fue presentado ayer, ni en el correspondiente a diciembre. El secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, consideró ayer justificada esta ausencia, pese a que otras veces el CIS ha añadido preguntas de última hora a sus encuestas.

En el caso del primero de los sondeos, el trabajo de campo se efectuó entre los días 16 y 24 de noviembre, aunque el barco se hundió el 19 de ese mes, Fernández Díaz explicó que "ni técnica ni científicamente se justificaba" hacer preguntas sobre la crisis. Y subrayó que la catástrofe del Prestige ni siquiera aparece como una de las 30 principales preocupaciones de los encuestados.

El trabajo de campo de la encuesta de diciembre, que todavía no está elaborada, se efectuó entre los pasados días 10 y 15, en medio de la polémica general sobre los efectos desastrosos de la marea negra. En este caso, Fernández Díaz justificó que no se incluyera ninguna pregunta porque el barómetro de diciembre "es monográfico" sobre el año que concluye y las perspectivas del que comienza. El responsable gubernamental añadió que el CIS "está estudiando" incluir preguntas sobre el Prestige en el barómetro de enero.

La encuesta de noviembre sí incluye preguntas sobre el plan soberanista del lehendakari, Juan José Ibarretxe.

ZAPATERO EVITA LA CRISPACION

José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, acusó ayer al PP de buscar la "crispación" en la política, una "trampa" en la que dijo que no caerá porque los populares tratan de desviar la atención sobre la "pérdida del sentido de la realidad" del Gobierno ante la crisis del Prestige .

El líder socialista prefirió exigir al Ejecutivo soluciones para los problemas de la marea negra y eludió "entrar en el juego" del PP que le exige el cese de su portavoz en el Congreso, Jesús Caldera, por el uso parcial de un texto sobre la ruta del buque antes de su hundimiento. Este silencio fue interpretado por el popular Javier Arenas como la confirmación de que Zapatero, "conocía y autorizó" la acción de su portavoz. José María Aznar dio su aprobación a que sus diputados abandonaran el pleno del Congreso del miércoles.