Malas noticias a pocos días del inicio de la Cumbre del Clima de Madrid (COP25), que empieza el próximo lunes, 2 de diciembre. La concentración media mundial de dióxido de carbono (CO2) alcanzó el año pasado un nuevo máximo histórico de 407,8 partes por millón (ppm), 2,3 más que en el 2017, según el boletín que hizo público este lunes la Organización Meteorológia Mundial (OMM).

Este organismo de la ONU ha recordado que el mantenimiento de esta tendencia a largo plazo significa que «las generaciones futuras tendrán que hacer frente a unos efectos cada vez más graves del cambio climático», como un aumento de las temperaturas, fenómenos meteorológicos más extremos, un mayor estrés hídrico, la subida del nivel del mar y la alteración de los ecosistemas marinos y terrestres.

El incremento de CO2 que se produjo del 2017 al 2018 fue muy similar al observado del 2016 al 2017 y se situó justo por encima de la media del último decenio. Una media que duplica la del decenio anterior. Los niveles mundiales de CO2 sobrepasaron el simbólico e importante umbral de 400 partes por millón en el 2015. El CO2 permanece en la atmósfera durante siglos y aún más tiempo en los océanos.

Las concentraciones de otros gases de efecto invernadero como el metano y el óxido nitroso se dispararon todavía más que el CO2 y ascendieron en mayores cantidades que durante los últimos diez años. La comparación con las concentraciones de la época preindustrial es muy esclarecedora. En el caso del CO2, la concentración es de casi el 47% más. En 1750, era de 278 ppm. El metano alcanzó las 1.869 partes por billón (ppb) en el 2018, casi el 159% más. Y el caso del óxido nitroso se situó el año pasado en 331,1 ppb, un 23% más que en 1750.

Los datos proceden de más de 100 estaciones de medición repartidas por regiones remotas del Ártico, zonas montañosas y islas tropicales. «No hay indicios de que se vaya a dar una desaceleración, y mucho menos una disminución, de la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera a pesar de todos los compromisos asumidos en virtud del Acuerdo de París sobre el cambio climático», según ha manifestado el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas. «Tenemos que plasmar los compromisos en acción y aumentar el nivel de ambición en aras del bienestar futuro de la humanidad», ha afirmado.

HACE TRES MILLONES DE AÑOS / La última vez que se dio en la Tierra una concentración de CO2 comparable fue hace entre tres y cinco millones de años. Entonces la temperatura era de 2 a 3 grados más cálida y el nivel del mar era entre 10 y 20 metros superior al actual.

Al mismo tiempo que crece la presencia de los gases de efecto invernadero en la atmósfera se ha producido un aumento de las temperaturas que encadena también récords. El 2018 fue el cuarto año más cálido registrado desde que hay mediciones fiables, que arrancan en 1850. Los otros tres son el 2015, el 2016, el 2017 y el año 2019 que está a punto de terminar también va a estar entre los más cálidos.

Desde 1990, ha habido un aumento del 43% en el forzamiento radiativo total, el efecto de calentamiento sobre el clima, por los gases de efecto invernadero de larga duración. El CO2 representa aproximadamente el 80% de esto, según las cifras que maneja la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos citadas el lunes en el boletín de la Organización Meteorológia Mundial.